Siempre que se acaba el gas de cocinar en mi residencia, suelo ir abastecerme del tan apreciado combustible a una de la suplidora más cercana, dicho combustible se terminó dejando los alimentos a medio palo, cómo decimos aquí en el sur, no es más que quedar a medio cocinar.
Aun sabiendo que me esperaban en casa, después que me llenaron el tanque, me detuve uno 25 minutos, los parroquianos llegaban a suplirse igual que yo, al parecer pasó lo mismo que en mi casa.
En lo 25 minuto que estuve observando, llegaron cómo 19 personas a lo mismo que yo, de esa 19 personas, sólo adquirieron entre uno y tres galones de gas, esto nos lleva de forma natural a la conclusión que no tienen conque llenar el tanque, dónde uno de 22 galones cuesta, $2,829.00 pesos, de 12 cuesta $1,414.50, y de 6 galones $725.25.
El gobierno debe hacerle caso a este asunto, dónde por lo menos el gas de cocinar le llegue de forma más asequible a las amas de casas, o sino, las familias más pobre del país tendrán que Seguir cocinando con leña y carbón, entonces de nada servirá el esfuerzo y la inversión millonaria que está haciendo el gobierno en la forestación del país.